Hoy en día, las estrategias de capacitación que emplean las compañías están llenas de expectativas por parte de quienes tienen toda la responsabilidad de liderar los procesos. No está de más esperar grandes resultados, pues en los últimos años se han implementado herramientas y/o instrumentos que nos ayudan a medir el desempeño de los colaboradores, permitiéndonos establecer una curva de aprendizaje en las actividades de capacitación que se fomentaron en determinado periodo de tiempo y así concluir si vale la pena o no los esfuerzos financiero.
Sin duda, tenemos una cantidad de beneficios que resaltar a la hora de hablar procesos de formación institucional que contribuyen tanto al crecimiento profesional como al de la empresa. A la hora de asignar los recursos económicos muchos directivos se preguntan – ¿Gasto o inversión? – En muchos casos se ha demostrado que las capacitaciones no logran su objetivo, es decir, no logran enseñar a los colaboradores efectivamente lo que produce un bajo desempeño y competitividad.
Algunas causas podrían ser:
- Los talleres no responden a sus necesidades o al mejoramiento de desempeño en su puesto de trabajo.
- Programas que no son de valor para el colaborador
- No medir la calidad de los proveedores de capacitación, entre otras.
Es en este punto donde las empresas sienten frustración y decepción y empiezan a considerar los planes de formación como una inversión costosa, poco efectiva y sin ningún valor.
En este infográfico, vas a descubrir algunas estrategias para aprovechar al máximo el presupuesto y cómo el E-learning cuida el bolsillo de las empresas y eleva la competitividad con un método efectivo y de resultados.
¿Te animas a implementar estas estrategias en tu empresa? Déjanos tu opinión en los comentarios.
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