Los cambios del mundo digital también plantean un reto para la publicidad, ya que todos los días requiere mayor innovación para impactar a sus públicos objetivos y lograr de esta manera que la inversión sea más efectiva. En la actualidad los medios digitales han facilitado la segmentación de los públicos para agruparlos según la ubicación geográfica, el sexo, la edad y hasta por gustos e intereses.
Hoy por ejemplo Netflix, la compañía norteamericana de televisión digital, está creciendo a un nivel superior a la oferta de televisión de los operadores por cable. La explicación a este fenómeno radica en que los hábitos de consumo se transforman al ritmo de los cambios en los medios digitales.
Otro ejemplo de ese nuevo enfoque en el marketing digital se puede apreciar en la reciente compra de la aplicación Whatsapp por parte del multimillonario Mark Sukerberg, propietario también de la red social Facebook. Con esta transacción el mensaje es claro; la monetización de los nuevos medios está cambiando y posee algunas características visibles:
- Los nuevos públicos objetivos han pasado de ser consumidores 1.0 a 2.0.
- El consumidor 2.0 pertenece a un grupo objetivo más racional a la hora de comprar.
- El Internet ya no es un limitante.
- Las nuevas generaciones quieren menos publicidad y más contenido.
- El poder está en la data. “La nueva moneda es la información”
En esta nueva era comienzan a surgir nuevos medios para las marcas y es aquí como las plataformas de e-learning o los cursos virtuales juegan un papel muy importante e innovador para crear comunidades de conocimiento.
En Colombia por ejemplo las compañías están invirtiendo parte de sus presupuestos publicitarios en campañas de este tipo que son más acertadas en sus públicos a través de un mensaje clave o promesa única de valor: “conocimiento”.
Es el caso de Argos, a través de su comunidad de conocimiento http://aulavirtual.360gradosenconcreto.com que cuenta con más de 4.000 personas y más de 200 cursos con expertos nacionales e internacionales. El objetivo de esta estrategia es agrupar personas con gustos e intereses particulares y crear valor de marca, también conocido como “branding”, para obtener conocimiento privilegiado. Es decir, el consumidor recibe conocimiento a través de cursos virtuales gratuitos y la marca identifica a las personas interesadas en sus servicios o productos, o sea a sus públicos objetivos, y ese se constituye en el premio o pago de invertir en plataformas de educación virtual.
Esta tecnología además de estar asociada a una planeada estrategia de marketing de contenidos, está alojada en una plataforma e-learning o de aprendizaje virtual, llamada TrainMe® que permite microsegmentar los contenidos por facultades, escuelas, por tipos de clientes. Adicionalmente tener acceso a los tutores o administradores de la comunidad a un panel administrativo que les permite conocer cada acción de sus usuarios y conocer la curva de aprendizaje de los mismos.
Otro compañía local que lo viene haciendo muy bien es Pintuco con su línea de productos RAD (recubrimiento de alto desempeño) a través de foros en vivo o conferencias virtuales donde los usuarios o públicos objetivos pueden interactuar y resolver dudas en vivo y en directo con los directivos de la marca.
Este es el poder de un curso virtual o una plataforma de e-learning que más allá de transferir conocimiento a sus colaboradores está revolucionando la publicidad en contenido inteligente. Es por eso que ya hay agencias tradicionales que están tomando decisiones cambiando radicalmente el Core Business para convertirse en fábricas de contenido inteligente. Es el caso de La Agencia H2A en Medellín que ha preferido incluir historias y contenidos inteligentes antes que anuncios con argumentos estéticos.